Vergüenza cívica por las manifestaciones de la diputada Hebe Casado
La diputada provincial Hebe Casado merece ser destituida por inhabilidad moral para integrar la legislatura de Mendoza.
Dijo esta señora en referencia a las 30.000 muertes por coronavirus en Argentina: “Son 30000 no como los otros 30000. Un éxito de la estrategia del gobierno de científicos, pero como no reconocen errores, en 15 días dicen que seguimos sin derechos a la libre circulación, ni a la educación ni a la salud”.
En primer lugar, las manifestaciones de la diputada Casado -del PRO en el Frente Cambia Mendoza- se inscriben en las ideologías que desconocen el genocidio, asumiendo como propias las violentas posiciones de los mismos sectores antidemocráticos que en la década del ’70 cometieron crímenes de lesa humanidad.
En segundo lugar, en impúdica exhibición de hipocresía, la diputada atribuye esas muertes por COVID-19 a los científicos y sanitaristas que recomendaron el aislamiento y el distanciamiento social como forma de mitigar la pandemia cuando el mundo entero, sin distingo de ideologías, vuelve a implementar estas medidas. Pero es de público conocimiento que han sido esta señora y los odiadores seriales quienes, en desaprensiva actitud, han salido a las calles a quejarse de lo único que en la actualidad puede mitigar el contagio masivo.
No es menos cierto que las únicas personas que fueron reprimidas por el gobierno al que apoya esta señora, no han sido quienes despotrican contra las medidas de prevención violando las normas de aislamiento y distanciamiento, sino los trabajadores que reclamaban por sus salarios de miseria.
No es extraño que la diputada “le baje el precio” al genocidio de la dictadura y se oponga a las únicas medidas que a la fecha se muestran eficaces para contener la pandemia: Hebe Casado está en las antípodas de quienes militamos por los derechos humanos. A diferencias de ella, hacemos propias las disposiciones del artículo 32 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática.”
Por la Mesa Directiva APDH Regional Mendoza:
Patricia Galván – Marcela Ponce y Ma. Carolina Herrera: Presidentas