Repudio al anuncio del Gobernador sobre la megaminería
Las APDH Regional Esquel, APDH Regional Noroeste del Chubut y APDH Junta Promotora Este del Chubut repudiamos enérgicamente los dichos del Gobernador Mariano Arcioni en relación con la apertura de la actividad megaminera en nuestra provincia.
El pueblo chubutense dio sobradas muestras de su rechazo a convivir con esta actividad contaminante y ha propuesto en infinidad de ocasiones alternativas productivas amigables con el ambiente, la salud pública y el territorio que habitamos y que nos corresponde dejar a las generaciones futuras. Los Gobiernos siempre las han desoído.
La voluntad popular impulsó una ley que prohíbe esa actividad en toda la provincia, y no debe ser desoída por quien gobierna.
La gran minería es una actividad extractiva que se configura como enclave en los territorios en los que se instala contaminándolos, impidiendo el desarrollo local e imponiendo relaciones sociales ajenas a quienes los habitan constituyéndose por ello en una actividad violatoria de los Derechos Humanos. Basta analizar sus consecuencias en distintos lugares de América Latina y el mundo para corroborar estas afirmaciones.
Bajo ningún punto de vista puede entenderse como una actividad productiva que beneficie a las comunidades, menos aún a las que históricamente han sido vulneradas por políticas irracionales.
Quienes habitamos la provincia no somos responsables del mal manejo económico del Gobernador y sus colaboradores. Las deudas dudosamente contraídas y aún más dudosamente utilizadas no pueden pagarse con la salud de la gente.
El Gobernador NO cuenta con licencia social, tampoco los legisladores para imponer esta actividad. Exigimos que respeten la voluntad popular.
La provincia tiene sobradas maneras de salir de la crisis promoviendo una reforma tributaria que realice una distribución más justa de lo que ya se produce.
Las declaraciones de Mariano Arcioni sobre zonificación y habilitación de la gran minería en la provincia atentan contra la paz social del pueblo chubutense todo.
Una vez más decimos ¡NO ES NO!
