Solidaridad con el pueblo ecuatoriano. Basta de represión.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Argentina (APDH), advierte con enorme preocupación la escalada represiva desatada contra el pueblo ecuatoriano. El gobierno conservador de Guillermo Lasso se negó a prestar la mínima atención a los planteos reivindicativos, mayormente referidos a poner un límite a la carestía de la vida, presentados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Esta organización, que reúne en su seno la mayor parte de los movimientos sociales del país, demandaba la rebaja drástica de los combustibles, el control de los precios de algunas mercaderías agrícolas y un mayor gasto en salud y educación. La indiferencia ante esos reclamos y la actitud arrogante del gobierno que no hacía la menor concesión en su programa económico de ajuste y contracción del mercado interno, llevó a la CONAIE a encarar un Paro Nacional en favor de tales demandas.
El éxito del paro nacional y la incursión de numerosos contingentes campesinos y originarios, venidos desde todas las provincias a las grandes ciudades, cambió dramáticamente la situación nacional. La mayoría de las universidades nacionales abrieron los lugares de estudio recibiendo a las y los manifestantes, apoyando las reivindicaciones de la CONAIE, conscientes de que éstas representaban demandas de las mayorías nacionales. Desde el inicio del paro, el gobierno apostó a la represión como vía principal de conducción del conflicto. Atacó a los manifestantes con creciente violencia y apresó a sus dirigentes. Hasta ahora, según la información obtenida por la Misión de Solidaridad Internacional y Observación de los Derechos Humanos de Argentina, hay 5 muertos confirmados, 6 desaparecidos y 132 detenidos. Otro elemento muy preocupante de la situación es el alineamiento de las Fuerzas Armadas ecuatorianas con el gobierno de Lasso. La semana pasada declararon que iban a sostener, de la manera que fuera, al gobierno neoliberal, confundiendo groseramente la estabilidad democrática con la permanencia del gobierno de Lasso seriamente cuestionado, que atraviesa un proceso de remoción por ante la Asamblea Legislativa.
La situación actual presenta rasgos discordantes. Por un lado, el gobierno aparece llevando a cabo una rebaja del precio de algunos combustibles, pero por otro, incrementa la persecución a manifestantes instalados en los Centros de Paz. Con ello pareciera que el gobierno busca hacer mínimas concesiones respecto de los puntos reclamados efectuados por la CONAIE para abocarse a la tarea de reprimir con mayor margen político a los movimientos sociales en lucha. Habla de paz para llevar con mayor eficacia e impunidad el hostigamiento y la violencia estatal contra el pueblo.
Desde la APDH nos solidarizamos con la tenaz lucha encarada por el pueblo de Ecuador. También creemos que es central romper el cerco mediático que esconde la verdadera realidad de la situación política en la nación hermana de Ecuador, así como solicitar la mayor atención y seguimiento internacional por parte de Organismos Internacionales de defensa de los derechos humanos, tanto por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU). Instamos al fin de la represión y a la conformación urgente de una mesa de diálogo entre las partes involucradas, que evite más padecimientos al Pueblo ecuatoriano.