Historia

En el año 1975, cuando los movimientos por los derechos humanos empiezan a organizarse, a conmoverse, antes del golpe, con la presencia de la Triple A, que nadie negaba y que funcionaba como un aparato represivo institucionalizado. Frente a este contexto algunos políticos y sindicalistas terminan conformando una confluencia multipartidaria, con la intención de constituir una fuerza para detener al grupo paramilitar y sostener la democracia.

El 18 de diciembre de 1975, se constituye la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), a nivel Nacional, que propone como prioridad la lucha por la vida y la libertad, derechos esenciales para una sociedad que sistemáticamente los había ido perdiendo; banderas que aún hoy, luego de tantos años de recuperada la democracia, tienen vigencia.

APDH a favor de las denuncias primero y el juzgamiento después de las violaciones de los derechos humanos en Argentina contribuyó a que la sociedad tomara conciencia de ello.

APDH acompañó la tarea de la reconstrucción del Estado, con el firme propósito de luchar contra el despotismo, haciendo conocer el pasado y procurando la sanción política y judicial a los militares y a los civiles.  golpistas y torturadores.

En Villa María, como en todo el país, con el advenimiento de la democracia, en 1983, se fueron armando lentamente las instituciones  y las organizaciones sociales. La ciudad estaba en plena efervescencia y convocatoria y en ese contexto de movilización social convergen representantes de organizaciones gremiales y políticas, el municipio, familiares de desaparecidos, ex detenidos políticos, profesionales, docentes, instituciones intermedias, periodistas a título individual y medios de prensa.

Había una ebullición participativa como en los mejores tiempos de las luchas sociales que había conocido anteriormente nuestro país y nuestra ciudad, el Cordobazo y la revolución cubana.  Más allá de los matices de opinión de cada individuo o sector, hubo una sumatoria de muchísimos ciudadanos comprometidos con la firme convicción de que lo logrado había que sostenerlo con esfuerzo y sacrificio. En este contexto se empieza a pergeñar una idea de organización que aglutinara, sirviera de contención y fuera representativa de todos los sectores involucrados.

Dos integrantes de la junta promotora de la delegación de la APDH Villa Maria, hablaron en el acto de constitución de la misma. En varios momentos de las disertaciones el público rompió en aplausos; una de esas manifestaciones fue cuando se agradeció a Gregorio Felipe “por su sólida actuación en la lucha de Familiares filial Villa María”.

Al trabajador judicial Armando Roberto Battaglia le tocó leer el documento de la naciente delegación:

“Acta Nº 1: A veinticinco días del mes de agosto de mil novecientos ochenta y cuatro, se reúnen en reunión constitutiva los adherentes de la ciudad y departamento de esta provincia a la APDH . De conformidad con el art. 1 de las normas de organización y funcionamiento de las delegaciones de la APDH declaran: 1) Total adhesión y conformidad con la declaración de principios y los estatutos. 2) Acatamiento a las normas de organización y funcionamiento de las delegaciones,3) Aspiran a unir a toda la comunidad del Departamento General San Martín que representa, para lograr la plena vigencia de los derechos humanos, consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sancionada en 1948 por ONU. 4) Dejar formalmente constituido el Consejo de Presidencia de la delegación, que luego designará una mesa Ejecutiva.

Con el propósito de concretar un movimiento que trasunte el alto contenido de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, enunciado en el principio de que todo individuo tiene derecho  a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona, que procede del reconocimiento de la naturaleza misma del hombre , un núcleo de personas representativas de todas las actividades comunitarias de Villa María ha dispuesto constituir la Delegación Departamental de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

Se afianzaba de esta forma la idea de instaurar una institución que representara a los diversos pensamientos políticos y sociales de la ciudad y de la región; era necesario trabajar para cuidar y consolidar una democracia débil por las circunstancias históricas y por los cuestionamientos castrenses, que presionaban en forma permanente al gobierno constitucional del Dr. Raúl Alfonsín.

Con este espíritu de justicia y amplitud democrática, quedó consolidada la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en la ciudad de Villa María. Su constitución fue la siguiente:

Raúl Quevedo (PI), Omar Mignola (PC), Héctor Gallego (PDC), Dr. Miguel Angel Veglia (UCR), Merwin Cuviello (PTP, Partido del Trabajo y del Pueblo), Dra. Elmira Cisneros de Lara (FIP), Prof. Elvio Omar Toscano, Juan José Dutto (JR), Gregorio Felipe (Familiares de Detenidos y Desaparecidos), Escribana Berta Rodeiro de Mercado (Familiares de Detenidos y Desaparecidos), Silvina Requena (Familiares de Detenidos y Desaparecidos), Raúl Apfelbaum (Familiares de Detenidos y Desaparecidos), Armando Battaglia (Asociación Gremial Poder Judicial), Oscar Mengarelli, (Anusate, agrupación histórica de ATE), Victoriano Godoy (periodista), Mario Moral (Movimiento por el Cambio Democrático), Horacio Bianciotto (CES, Centro de Estudiantes Secundarios), Lic. Graciela Taquela, Ing. Aldo Tarantino (Centro de Ingenieros), Dr. Edgardo Acuña (Círculo  Médico), Dr. Carlos A. Alvarez (Centro de Veterinarios), Camilo Rodríguez (gremialista), Prof. Cecilia Bixio, Prof. Teobaldo Morales, Marta Bruno (periodista), Elena Federicci de Arrébola (docente), Sara Chaissí (Centro Telefónicos), Emilio Paredes (Federación Agraria), Ing. Hugo Tello, Prof. Ilda Maestro de Canelli, Olga de Fernández (UCR.), Dra. Ana María Angeli, Dr. Juan Raúl López, Dr. Jorge A. Valinotto, Nelso Viqueira, Daniel Tudela (abogado), Ing. Ignacio Pire, Marcelo Chaissí, Prof. Illia Corzo (PC Villa Nueva), Vilma Cravero (PI), Pedro Pujol (PC) Alberto Pelliccioni, Prof. Cristina Angeli, Raúl Pierotti (pintor), Próspera B. de Luna, Roque Luna, Nélida Torres de Viola (docente), Prof. Derna Montero, Dr. Dino Minelli (UCR), Prof. Diego Angel Márquez (rector INESCER), Prof. Bernardino Calvo (docente y periodista), Héctor Oscar Bernaus (director de El Diario), Eduardo Zucón (UCR), Prof. Néstor Juan Gea, Narciso Erguetta (representante de las Naciones Unidas en Villa María), Octorina Zamora de Gea, Julio Nóbrega Lascano (abogado) y Fernando Mosquera (gremialista).

Se inició con vigor una tarea de concientización de la población para superar una aparente indiferencia y falta de información de los actos aberrantes cometidos por el terrorismo de Estado. Se trabajó para superar la incertidumbre y la autocensura, procurando garantizar en el tiempo el compromiso de participación, que sería fundamental para frenar el avance de las fuerzas armadas que estaban dispuestas a continuar amedrentando a la sociedad. La labor de difusión se centró en atender casos relacionados con las situaciones que habían pasado los familiares de detenidos y desaparecidos y se impulsaron charlas debates en distintos lugares de la ciudad.

Se fue asumiendo que la defensa del sistema democrático era una responsabilidad de todos y que la política de los derechos humanos no pertenecía con exclusividad a ningún sector, sino que era de todos y para todos. El pluralismo puesto de manifiesto en los movimientos realizados fue el eje ético del mensaje que permitiría ir conformando una conciencia social, que protegiera al sistema y sirviera como barrera frente a las amenazas del pasado y las vacilaciones del presente.